Cómo seleccionar un Buen Queso

Como norma general, no compre más queso fresco (queso crema, queso cottage) del que vaya a usar en el lapso de una semana.

Los quesos duros (el parmesano y otros quesos para rallar) pueden guardarse durante mucho tiempo. La conservación de los quesos depende de la etapa de añejamiento en que estén cuando se compran.

Si es posible, antes de comprar queso, pruebe un pedacito para comprobar cómo está. El proceso de añejamiento y de empacado, así como la calidad de la leche con que se fabrican los quesos, influyen en su sabor, consistencia y color, cuanto más hecho o mas añejado este un queso, más característico y fuerte será su sabor.

Los quesos blandos como el Camembert o el Port Salut, cuando vienen en piezas chicas no se pueden probar.

Para comprobar su estado se deben presionar suavemente con los dedos, si están en su punto cederán ligeramente a esa presión, cuando están muy duros, habrá que dejar que transcurra algún tiempo antes de comerlos y, si están demasiado blandos, probablemente se han pasado de añejamiento.